Cuando hablamos sobre el vinagre de sidra de manzana, surgen comúnmente ciertas inquietudes y quizá tú también las tengas. En este espacio te voy a responder algunas de ellas, como si es verdad que te hace bajar de peso, si mejora la digestión, si es capaz de reforzar el sistema inmune y cómo consumirlo. Espero poder servirte de ayuda.
¿ES VERDAD QUE ME HACE BAJAR DE PESO?
Aquí te voy a decir una verdad, un tanto incómoda, el peso corporal NO depende de un solo factor y ningún producto que veas en el mercado te podrá asegurar por sí solo que perderás kilos gracias a su uso.
Pero no te desesperes, no vine a incentivar que no hagas nada al respecto, todo lo contrario. Lo que me gustaría que pienses es cómo ha sido el proceso de ganancia de peso y apuntar hacia el fondo del problema. El estrés, sedentarismo, mal dormir y las emociones negativas afectan a nuestro cuerpo, así como también por supuesto nuestros hábitos de alimentación.
Antes de que pienses que el vinagre de sidra de manzana entonces no ayuda para nada, te pido que me dejes contextualizar un poco. La alimentación estándar en el mundo occidental moderno es alta en proteína animal, grasas saturadas, carbohidratos refinados (pan blanco, azúcar blanca, bebidas azucaradas), y ultraprocesados, lo que genera diversos problemas de salud, así como también índices cada vez más elevados de sobrepeso y obesidad. No es que nunca más en la vida puedas comerlos, pero la idea es que siempre se mantenga dentro de lo eventual y no en lo cotidiano.
El problema está en que esto también es acompañado por un consumo por lo general muy deficiente de alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, como las verduras, frutas, semillas, legumbres y frutos secos, que son muy necesarios para mantener una buena salud. Cambiar hábitos hacia una alimentación más saludable nos beneficia directamente y también a nuestra microbiota (es un término del que se habla harto últimamente), que es un universo de microorganismos, gran parte bacterias, que habitan en todo nuestro cuerpo, pero sobre todo el intestino grueso o colon.
De acuerdo a la explicación anterior, el vinagre de sidra de manzana no te hará bajar de peso por sí mismo (recuerda que tiene que ser multifactorial), pero sí podría ayudarte si estás transitando hacia un estilo de vida más saludable. ¿Ayudarte en qué sentido? Porque el vinagre de sidra de manzana promueve la lipólisis, que es la quema de grasa que se encuentra alojada en diversas partes del cuerpo, además de ayudar a mantener niveles de glicemia (azúcar en sangre) más estables.
Se ha demostrado también que una microbiota en disbiosis (desequilibrio) afecta de forma directa sobre nuestro metabolismo, aumentando la probabilidad de tener sobrepeso. Para restablecer ese equilibrio, además de consumir más fibra y menos azúcares refinados, podemos incorporar probióticos o bacterias beneficiosas. El vinagre de sidra de manzana los contiene en su estado natural, acumulándose en el fondo del recipiente que lo contenga. A este cúmulo de bacterias se le conoce como la “Madre” (el nuestro sí la tiene).
¿MEJORA MI DIGESTIÓN?
Sí, como aporta probióticos a nuestro organismo y promueve el estado de equilibrio, esto termina repercutiendo en mejorar la digestión, evitando así problemas como diarrea, estreñimiento, cólicos, gases y otros. Por otro lado, el vinagre de sidra de manzana es un alimento con un pH muy ácido, lo que permite optimizar el trabajo del estómago, que a diferencia de otras zonas del cuerpo sí requiere mantenerse en un estado ácido para desintegrar correctamente los alimentos. De hecho, muchas veces los síntomas que sentimos como “acidez”, son en realidad una falta de ácido en nuestro estómago.
¿POTENCIA MI SISTEMA INMUNE?
Por cierto que sí. Cerca del 70% de nuestro sistema inmunológico se concentra en nuestro intestino, por lo que tener un intestino más sano repercute en una mejor defensa contra patógenos como virus, bacterias dañinas, hongos y otros.
¿CÓMO LO CONSUMO?
Para que tenga efecto terapéutico te recomiendo consumir a diarios en ayunas una cucharada de vinagre de sidra de manzana (15 ml) en un vaso de agua de 200 ml (también puede ser una infusión, fría o caliente). No consumirlo sin diluir, porque su acidez podría afectar tu esófago.
También lo puedes añadir sobre ensaladas, mezclada por ejemplo con jugo de limón y aceite de oliva. ¡Queda espectacular!